Euskal Erbesteen Kultura – La Cultura de los Exilios Vascos

Biografías

Hamaika Bide parte en sus trabajos de unos planteamientos al margen de partidos políticos o de encasillamientos ideológicos. De esta manera aborda el estudio de exiliados y exiliadas de cualquier condición o posicionamiento político entendiendo que todos ellos han realizado una aportación valiosa a la cultura del pueblo vasco. Por lo tanto en esta sección se irán intergrando biografías de personalidades vascas sin más nexo entre sí que el haber compartido un destino común: el exilio.

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Barandiarán Ayerbe, José Miguel

Fotografía de José Miguel Barandiarán Ayerbe
(Ataun, Gipuzkoa, 1889 – Ataun, Gipuzkoa, 1991)

Estudios: Humanidades, Filosofía, Teología, Ciencias, Antropología, Arqueología, Historia de las Religiones.

Profesión preferente: etnólogo y arqueólogo.

Actividades culturales: investigador y profesor.

Exilio: 1936-1953.

Lugares y fechas: Francia: 1936-1953.

José Miguel Barandiaran Ayerbe nació a las 6 de la mañana del 31 de diciembre de 1889 en el caserío “Perunezarra”, en el barrrio “Murkondo” de San Gregorio de Ataun (Gipuzkoa). Fue el benjamín de una familia numerosa de nueve hijos (cinco chicos y cuatro chicas de las que tres fueron monjas) del matrimonio formado por Francisco Antonio Barandiaran y María Antonia Ayerbe. Cursó la primera enseñanza en Ataun. Además, el hogar familiar se convirtió en el mejor centro de aprendizaje en el que el futuro patriarca de la cultura vasca iba almacenando en su interior leyendas, dichos, mitos, creencias, vidas de santos, contados por su madre junto al fogón de la cocina.

Con 14 años ingresa (con Manuel Lekuona) en noviembre de 1904 en la Preceptoría de Baliarrain (Gipuzkoa) donde cursa los estudios de Latín y Humanidades, aprobando los dos primeros años de Latín en un solo examen. Al año siguiente fallece su madre a la edad de 56 años, quedando marcado de por vida el corazón de aquel niño. En 1906 pasa al Seminario Conciliar de Vitoria donde supera con brillantes calificaciones los tres cursos de Filosofía y cinco de Teología. Joxemiel destaca por su afición a las ciencias y, en especial, a la Física sin descartar el terreno de las lenguas (francés, inglés y alemán). Es nombrado profesor de Física antes de finalizar la carrera sacerdotal. Al acabar los cursos de Filosofía obtiene, además, el título de Maestro en la Escuela Normal de Vitoria.

Durante los años de teologado no se conforma con lo que dicen los textos de clase y cuestiona algunas verdades defendidas hasta entonces como axiomas, formulándose preguntas sobre el origen del mundo y el sentido de la vida humana. Intenta asociar la ciencia con su fe religiosa, mientras aparecen las primeras sombras en el firmamento de su fe. En una época en la que la enseñanza oficial sobre el origen del mundo discurría por los senderos del creacionismo antievolucionista, el joven seminarista busca otras soluciones y respuestas. Acuciado por esos interrogantes, comienza a hurgar en el pasado remoto del pueblo vasco como campo de sus investigaciones científicas. El interés por los estudios etnográficos, prehistóricos, arqueológicos, y por la Historia de las Religiones marcará en adelante su larga vida de intensa actividad (1916-1990). Tras acabar el cuarto curso de Teología (1913), emprende un viaje a Leipzig en cuya universidad se matricula en un curso de Psicología, impartido por el profesor de filosofía Wilhem Wundt (1832-1920). Este encuentro marcará en adelante su quehacer científico que se basará en datos, en la constatación y en el esmero por la exactitud, convirtiéndose en fotógrafo de la realidad y no en teorizador de ella.

El 19 de diciembre de 1914 recibe la ordenación sacerdotal en Vitoria de manos de su obispo, Mons. Melo y Alcalde, y celebra su primera Misa en Ataun. Poco después es enviado a ampliar los estudios de Teología a la Universidad Eclesiástica de Burgos donde obtiene la licenciatura. En 1916 es nombrado profesor de Matemáticas del Seminario Conciliar de Vitoria. Comienza entonces a publicar los resultados de sus primeras investigaciones en la revista Euskalerriaren Alde (1916), escribiendo su primer artículo “Ataun en la Edad Media. El antiguo Castillo”. El 15 de agosto de 1917 es importante pues conoce en Ataun al vergarés Telesforo Aranzadi Unamuno (1860-1945), catedrático de la Universidad de Barcelona y al vitoriano Enrique Eguren (1888-1944), catedrático desde 1918 y Rector de la Universidad de Oviedo (1929-1930), formando así el grupo conocido como “los tres tristes trogloditas”. Comenzarán las primeras excavaciones conjuntas en Aralar, prolongando sus tareas durante veinte años (1917-1936), hasta la última campaña en la cueva Urtiaga de Itziar-Deva. En 1918 inician la exploración de las cuevas de Santimamiñe (Kortezubi, Bizkaia), y J.M. Barandiaran participa además en el Congreso de Estudios Vascos de Oñate, en el que se funda Eusko Ikaskuntza (Sociedad de Estudios Vascos) del que será nombrado socio-fundador en 1919.

En 1920 es designado Vicerrector del Seminario Conciliar de Vitoria, y al año siguiente funda la “Sociedad de Eusko Folklore” y la revista” “Anuario de la Sociedad de Eusko Folklore” (1921-1925). En 1925 esta sociedad cae en desgracia porque el Rector del Seminario le retira su confianza al tildar de ‘mamarrachadas’ sus “Anuarios”. Aun así, J. M. Barandiaran es nombrado Rector del Seminario Menor de “Aguirre” (1926-1930), simultaneando este cargo con las ocupaciones de Vicerrector del Seminario Conciliar Mayor. El joven Rector promueve cambios profundos en el sistema educativo, especialmente en el campo científico. Al año siguiente publica la revista Gymnasium (1927-1932) buscando la iniciación científico-literaria de los seminaristas de la diócesis que colaboraban en su confección. En 1927 y 1929 ingresa como miembro correspondiente en la Real Academia Española y en Euskaltzaindia, respectivamente.

La década siguiente será muy importante, y a la vez dramática, en la vida de J.M. Barandiaran. El 28 de septiembre de 1930, con asistencia del obispo Mateo Múgica y del rey Alfonso XIII, se inaugura el nuevo Seminario Conciliar de Vitoria, y el 14 de abril de 1931 se proclama la II República que terminará con el fin de la Guerra Civil el 1 de abril de 1939. El estallido bélico sorprende a J.M. Barandiaran -en compañía de T. Aranzadi- en plena dedicación arqueológica en la cueva de Urtiaga (Itziar); por ello, el 20 de septiembre se ve obligado a huir por mar a San Juan de Luz, embarcando en el puerto de Motrico. Se hospeda temporalmente en Anglet, en el convento de una de sus hermanas, y en la abadía benedictina de Belloc (Urt, Laburdi). Durante un año se aloja en el Seminario de Bayona y pasa tres años en Biarritz hasta 1940, año en el que se muda definitivamente a Sara (1940-1953). En esta fecha las tropas de Hitler invaden Francia y llegan a Iparralde. J.M. Barandiaran es obligado por las autoridades francesas a confinarse y es trasladado al norte de Francia a un lugar cercano a AlenÁ on (Normandía), pero, tras una breve estancia, puede volver a Sara donde las autoridades alemanas le permitirán proseguir investigando.

En el año 1945 Mons. Mateo Múgica, anciano y exiliado, escribe desde su residencia de Cambó (Laburdi), a petición del profesor de Ataun, el documento Imperativos de mi conciencia. Carta abierta al presbítero D. José Miguel Barandiaran. Se trata de una profunda reflexión sobre su actuación pastoral durante la Guerra Civil y es, además, la noble confesión que redime a un hombre desterrado en dos ocasiones. Al año siguiente J.M. Barandiaran crea en su domicilio “Bidartea” de Sara el “Institut Basque de Recherches” (1946-1951), promoviendo un importante grupo de investigación y publica, como boletín, la revista Ikuska. En 1947 funda en Bayona la “Société Internationale des Á tudes Basques” con la colaboración de P. Lafitte, M. Intxausti, T. Monzón, M. de la Sota, J. Bilbao, M. Legasse, etc., publicando la revista Eusko-Jakintza. Además, viaja por Europa (Bruselas, Londres y París) asistiendo a congresos internacionales y dando conferencias. Es una ocasión propicia para dar cauce a la sabiduría almacenada en tantas investigaciones y describir la larga lista de dólmenes, estelas funerarias y cromlechs hallados en Jentilbaratza (Ataun), Aralar, Aizkorri, Borunda (Ataun), Altzania, Entzia, Elosua (Placencia), Urbasa, Belabieta (Elduayen), Santimamiñe. Lumentxa (Lekeitio), Bolinkoba (Abadiano), Silibranka (Mañaria), Urtiaga (Itziar-Deva), etc.

El 20 de octubre de 1953, después de 17 años en el exilio, J.M. Barandiaran regresa a su pueblo natal. Es invitado por el Rector de la Universidad de Salamanca, Antonio Tovar (a instancias del Ministro de Educación, J. Ruiz Jiménez) a impartir un ciclo de 12 conferencias en la nueva cátedra “Manuel Larramendi” de lengua vasca. En 1954 planifica la investigación en el País Vasco peninsular y reemprende sus actividades de antaño: Urtiaga (1955), Lezetxiki (1956-1957), Atxeta (Forua, 1959), Aitzbitarte (Rentería, 1960), Axlor (Dima, 1967-1974), Altxerri (Orio, 1962), Marizulo (Urnieta, 1963), etc. En 1964 la Universidad de Navarra le ofrece la cátedra de Etnología Vasca, impartiendo temas sobre cultura vasca hasta el curso 1979-1980. En 1969 promueve y se crea el nuevo grupo de investigación Etniker.

Con tantos méritos adquiridos no podían faltar los homenajes, los reconocimientos oficiales ni los honores. En 1962 “La Academia Errante” (J. Oteiza, J. Caro Baroja, L. M. Santos, etc) le dedica en Ataun un homenaje. Al año siguiente es nombrado académico de número de Euskaltzaindia, y en 1973 miembro honorario del Instituto Americano de Estudios Vascos. Las medallas de oro se multiplican también al final de su itinerario cultural: “Ayuntamiento de Gasteiz” (1979), “Gobierno de Navarra” (1989), “Bellas Artes de Madrid” (1989), “Ayuntamiento de Donostia” y “Diputación Foral de Alava”. Es también investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Bilbao (1978), la Facultad de Teología de Vitoria (1980), la Universidad de Deusto (1986) y la Universidad Complutense de Madrid (1987). Al cumplir los 100 años recibe la Medalla de Honor de Euskaltzaindia y es nombrado “Hijo Predilecto de Bizkaia” por la Diputación Foral de Bizkaia, como lo fue, asimismo, en 1982 por la Diputación Foral de Gipuzkoa. En 1990 la Fundación Sabino Arana le otorga el Premio Anual, y al siguiente es distinguido con la Gran Cruz de la Orden de Carlos III.

El 31 de julio de 1991 recibe en su hogar “Sara-Etxea” a los Reyes de España, D. Juan Carlos y Dña. Sofía, y en agosto es ingresado por primera vez en el hospital de Ntra. Sra. de Aranzazu de Donostia. El 17 de diciembre se presagia ya su inminente muerte y fallece en la madrugada del día 21. Al día siguiente Mons. J. M. Setién celebró la Misa funeral en la Parroquia de San Gregorio y los restos del pequeño gran cura fueron inhumados en el cementerio local.

J. M. Barandiaran fue un vasco universal y un sacerdote sencillo de vida ejemplar que supo conversar con los sabios del mundo, pero también con los niños, los ancianos y los aldeanos. Incansable y metódico en su trabajo, frugal en la comida y abstemio en la bebida, entrañable y afable con todos. Un vasco que defendió su lengua materna porque la consideró como el único testimonio viviente de la prehistoria europea. Como científico, su labor etnográfica fue ininterrumpida llegando a ser uno de los etnógrafos vascos más importantes del s. XX.

OBRA

José Miguel Barandiaran. Obras completas (22 volúmes). Bilbao. La Gran Enciclopedia Vasca. 1973-1984.

José Miguel Barandiaran. Discurso leído en la solemne apertura del curso académico de 1917 a 1918 en el Seminario Conciliar de Vitoria. Vitoria. Librería Montepío Diocesano. 1917.

José Miguel Barandiaran. Breve historia del hombre primitivo. (Extracto del Anuario de Eusko Folklore, XI, 1931).

José Miguel Barandiaran. Euskalerriko Leen Gizona. Zarautz. Itxaropena, 1934.

José Miguel Barandiaran. El hombre primitivo en el País Vasco. Zarauz. Itxaropena, 1934.

José Miguel Barandiaran. El hombre prehistórico en el País Vasco. Buenos Aires. Ekin, 1953.

José Miguel Barandiaran. Mitología Vasca. (1960). Madrid, Minotauro. 1960.

BIBLIOGRAFÍA

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Basterretxea Zaldibar, Francisco

Fotografía de Francisco Basterretxea Zaldibar

(Bermeo, 1886 – Madrid, 1975)
Estudios: Derecho
Profesión preferente: Político
Actividades culturales: escritor.
Exilio: 1937-1975
1. París: 1937-1940
2. Casablanca: 1941
3. Buenos Aires: 1942-1952

BIOGRAFÍA
Francisco Basterretxea Zaldibar (18 de julio de 1886 – 9 de diciembre de 1975), padre del escultor Nestor Basterretxea, nació en Bermeo. Cursó los estudios de Derecho en la Universidad de Valladolid. Terminados los estudios comenzó a trabajar en la sucursal del Banco de Vizcaya de Bermeo. Miembro de Comunión Nacionalista Vasca tras la escisión del Partido Nacionalista Vasco, es elegido diputado de la lista Pro Estatuto Vasco por Vizcaya junto a José Antonio Agirre en las elecciones de 1931. Formó parte asimismo de la Comisión Autonómica que elaboró el anteproyecto de estatuto vasco y fue miembro del Tribunal de Garantías Constitucionales.
Desde 1921 socio de Eusko Ikaskuntza, en 1922 es designado responsable del área de problemas marítimos, cargo que desempeñó hasta 1936. En 1925 asistió a la Asamblea de Pesca Marítima promovida por Eusko Ikaskuntza. A petición de esta organización cultural realizó un detallado informe sobre la situación de la pesca en el litoral vasco que sería publicado en 1928. En esta misma línea creó, junto a Policarpo Larrañaga, el sindicato pesquero Eusko Kostarteko Bazkuna.

En 1937 emprende junto a su mujer y sus cuatro hijos el camino del primer exilio a París. Colabora como contable en la actividad del Gobierno Vasco en la capital francesa hasta junio de 1940. En enero de 1941 embarca en el vapor Alsina rumbo a Argentina siendo designado representante de los vascos por el grupo de exilados que integra la expedición a América. Tras un viaje repleto de contratiempos llega la familia Basterretxea a Buenos Aires, el 15 de abril de 1942. Tenía entonces 46 años. Aproximadamente tres años más tarde, el 15 de enero de 1945, muere su hija menor, Lide, lo cual sumió a Basterretxea en una profunda depresión.

Miembro del Laurak Bat de Buenos Aires, colaboró intensamente con el Gobierno Vasco en el exilio. En 1942 se encuentra Basterretxea entre los miembros fundadores del Instituto Americano de Estudios Vascos. Asimismo forma parte en 1945 del grupo que conforma Galeuzca en la capital argentina siendo designado miembro del consejo de redacción de la publicación.

En 1946 es nombrado por José Antonio Agirre delegado del Gobierno Vasco en Argentina.

Entre los escritos de Francisco Basterretxea merecen mención especial la serie de artículos publicados en la revista Galeuzca, “Cuestiones políticas fundamentales” y “El régimen franquista arruinara la economía”. El primero de ellos trata en profundidad el tema del derecho a la autodeterminación del pueblo vasco. El autor se muestra favorable al otorgamiento de dicho derecho fundamental por ser un principio democrático anterior a la constitución.

Obra
Artículos:
-“Cuestiones políticas fundamentales”
-“El régimen franquista arruinara la economía”

Libros:
* ”Dictamen y contribución al anteproyecto del Congreso de Pesca Marítima Vasca” (1923)
* ”El problema del arrastre. Soluciones posibles” (1925)
* ”Función de las cofradías y su relación necesaria” (1928)

Xabier Irujo

Bilbao Azkarreta, Jon

Fotografía de Jon Bilbao Azkarreta
(Cayey,Puerto Rico, 1914 – Getxo, Bizkaia, 1994)

Estudios:. Historia
Profesión preferente: bibliógrafo y profesor universitario.
Actividades culturales: escritor, político.

Exilio:
Lugares y fechas:
1 .- Francia: 1937
2 .- Puerto Rico: 1937.
3 .- Estados Unidos: 1938-1945.
4 .- Cuba: 1945-1947.
5 .- Francia: 1947-1949.

Juan Manuel Bilbao Azkarreta (más conocido en el ámbito cultural vasco por Jon Bilbao) nació el 31 de octubre de 1914 en Cayey (Puerto Rico). Su padre, Juan Bilbao, nacido en Getxo (Bizkaia) había marchado a los 12 años, en 1870, a Cayey «a hacer las américas». Tan bien le fueron los negocios que volvió a los 45 años a su viejo caserío de «Osabene» convertido en un «indiano» rico, y pudo casarse con la mundaquesa Matilde Azkarreta. Poco después, el nuevo matrimonio decidió volver a Cayey donde nació su único hijo, Juan Manuel, que en 1917 llegó con sus padres al País Vasco donde pasó su infancia y juventud. Cursa los años de bachillerato en el colegio de los PP. Jesuitas en Bilbao y en el centro «Martínez Rivas» obteniendo en 1932 el título de «Bachiller en Ciencias» en la Universidad de Valladolid. Entre 1932 y 1936 vive en la «Residencia de Estudiantes» de la Universidad Central de Madrid donde conoce a J. Caro Baroja. Cursa aquí la carrera de Filosofía y Letras, en la especialidad de Historia, logrando la licenciatura en Historia Medieval de España, con latín y árabe como requisitos lingüísticos. El joven Jon Bilbao vivió con ilusión aquella época republicana porque soñaba que con el nuevo Estatuto de Autonomía llegaría la tan deseada Universidad Vasca, y, también, por la calidad de la enseñanza impartida por profesores como M. García Morente, X. Zubiri, J. Ortega y Gasset, C. Sánchez Albornoz, J. Besteiro, Fernando de los Ríos, etc. Este último, a la sazón ministro de Educación de la II República Española, le anima a profundizar en sus raíces vascas con las siguientes palabras: «Si Ud. quiere ser universal, métase en el alma de su pueblo». Esto le motivó a rellenar fichas buceando en la Historia Crítica de Vizcaya y de sus Fueros (1924) de Gregorio Balparda, aconsejado por el profesor José Mª Lacarra. Pero esta ilusionante época queda truncada el 18 de julio de 1936 por el estallido de la Guerra Civil, mientras J. Bilbao cumplía el servicio militar desde el 1 de junio en el cuartel de Garellano (Bilbao). Sin lugar a dudas, J. Bilbao decide inmediatamente inscribirse en «Eusko Gudarosteak» (Batallones Vascos) y marcha como voluntario al frente de Otxandiano (Bizkaia) tomando parte en la contienda como teniente de zapadores en los años 1936 y 1937.

El 20 de junio de 1937, al día siguiente de la caída de Bilbao bajo las tropas rebeldes de Franco, J. Bilbao logra huir de noche en la lancha-motora «Sagrada Familia» desde Zierbena (Bizkaia) a Baiona. Dos meses más tarde, se embarca en Burdeos para arribar a la isla de Guadalupe (Caribe), y más tarde a Puerto Rico. Desgraciadamente, durante los diez primeros años de su largo exilio, no podrá ver a sus padres que han quedado en Getxo. Por otra parte, en la Universidad de Puerto Rico toma contacto con profesores exiliados como María Zambrano, pero en 1938 opta por matricularse en la Universidad de Harvard (Boston) a fin de conseguir una licenciatura. Dotado de la constancia de los infatigables amanuenses de la Edad Media, J. Bilbao pasa incontables horas en la Biblioteca Pública de Boston hurgando en diccionarios, enciclopedias y biografías inglesas a fin de rellenar las fichas que se convertirán en 1970 en la base de su monumental Eusko Bibliografia, uno de los proyectos más interesantes de la historia de la cultura vasca, e instrumento imprescindible de investigación vasca durante varias décadas.

En 1938 se muda de Boston a New York y se matricula en la Universidad de Columbia donde reanuda sus estudios de Madrid obteniendo la licenciatura en mayo de 1939, tras haber escrito la tesina sobre «La cultura popular en la obra de Lope García Salazar», historiador vasco del siglo XV, con el asesoramiento del profesor Federico de Onís. Sigue también en esta institución los cursos de Fonética y Fonología impartidos por el prestigioso catedrático Tomás Navarro Tomás. Continúa además hurgando en la revista vasca RIEV (Revista Intenacional de Estudios Vascos) y otras publiaciones recabando información sobre sus temas favoritos: Prehistoria, Historia, Etnografía, Antropología Física y Lingística. Por otra parte, en 1939 conecta en la ciudad de los rascacielos con la Delegación Vasca y es nombrado consejero y subdelegado del Gobierno Vasco a las órdenes de Manu de la Sota. Poco después es enviado a Boise (Idaho) a investigar las formas de vida de los pastores vascos y a recabar fondos para el Gobierno Vasco. Para ello se inicia en el estudio del euskera vizcaíno para poder conectar mejor con los pastores que en su inmensa mayoría eran de Bizkaia. En el fondo, todos los servicios prestados por J. Bilbao (incluida su Eusko Bibliographia) tuvieron como última meta la lucha por la libertad y el autogobierno de Euskadi en una época delicada y muy difícil.

En septiembre de 1940 abandona Boise y marcha a la Universidad californiana de Berkeley donde pasa los años 1940-1942 siguiendo los cursos de doctorado. A impulsos de su vocación de trotamundos pasa al Este del país donde enseña como «instructor de español» en el Instituto de LingÁística de South Carolina (1942) y en Columbia University (1942-1944). Mientras tanto, en 1943, logra la ciudadanía estadounidense inscribiendo en adelante su nombre vasco Jon en el pasaporte. En 1944 su actividad se multiplica en New York: la continuación de los cursos de doctorado; las tareas de director y editor de su Eusko Bibliographia; la publicación de la revista Basques (en colaboración con M. de la Sota y A. Irala) como miembro de la Delegación Vasca; su participación prestada como representante vasco en la Oficina Belga para Iberoamérica en la lucha con el Fascismo, publicando para ello como editor asociado dos revistas: La Revista Belga (1944) y Ambos Mundos (1945-46). Por ello, finalizada la II Guerra Mundial, J. Bilbao fue condecorado como Caballero de la Orden de la Corona Belga. En 1945, tras acabar los cursos de doctorado es designado candidato para el Ph.D. o doctorado en la Universidad de Columbia. Sin embargo, el ingente trabajo de su Eusko Bibliographia y el nuevo rumbo que marcará a su vida le impedirán escalar los últimos peldaños en la obtención de ese título.

En efecto, el 10 de febrero de 1945, J. Bilbao se casa en La Habana con Marta Saralegui (hija de un benefactor de la causa vasca en Cuba) con la asistencia del Lehendakari J.A. Aguirre como padrino de boda. De este matrimonio nacerán en 1948 la hija Amale en Biarritz y en 1953 el hijo Jon en La Habana. J. Bilbao tras divorciarse del primer matrimonio, volvió a casarse en 1985 con la estadounidense Sra. Gayle Slavin en Reno (Nv).

En 1947, tras una larga década de exilio (1937-1947), J. Bilbao pudo volver al País Vasco continental y se avecindó en Sara (Laburdi) donde colaboró durante tres años (1947-1950) con el etnólogo J.M. Barandiaran ejerciendo de secretario en la redacción de las revistas Eusko-Jakintza. Revista de Estudios Vascos e Ikuska En 1949, gracias al pasaporte americano, J. Bilbao puede pasar la frontera y viajar a Madrid donde trabaja unos meses procesando sus fichas e investigando en las hemerotecas. En 1950 da por finalizada una parte importante de su bibliografía que un representante oficial del Instituto de Cultura Hispánica está dispuesto a publicar a condición de que suprima las menciones relativas al nacionalismo vasco. Obviamente, el bibliógrafo vasco rechazó tal oferta, pues aunque nunca fue un nacionalista «clásico» (lugar de nacimiento, religión, aficiones, gustos, etc.), jamás ocultó su patriotismo vasco ni su filiación al PNV, lo cual no le impedía, en ocasiones, mostrar desde la lealtad sus diferencias de opinión respecto a los de su partido.

Obligado por las tareas de gestión de los asuntos económicos de su familia, J. Bilbao se traslada en 1950 a Cuba donde permanecerá durante el período 1950-1954. Escribe aquí el libro titulado Vascos en Cuba: 1492-1511, que será publicado en 1958 en la editorial Ekin de Buenos Aires.

En 1954 retorna a Getxo con su familia (esposa y dos hijos) incorporándose a la resistencia vasca a través de amigos cercanos al PNV. Por razones de preparación de su bibliografía, trabaja desde 1957 en Bilbao donde es detenido en 1958 por la policía franquista. Gracias a su pasaporte americano no es encarcelado pero en 1960 se le declara «persona non grata» y es expulsado del país. Dejando la familia en Getxo, fija su residencia en Biarritz, pero, al cabo de un año, es expulsado también por la policía francesa. Por ello, el 8 de diciembre de 1960 decide volver a EE UU y pasa ese año investigando en la prestigiosa Biblioteca del Congreso de Washington. Viajero impenitente y visitante asiduo de bibliotecas y archivos, J. Bilbao vuelve en 1961 a Biarritz y durante los años 1961-1964 investiga en varios países: Francia, Gran Bretaña (Oxford), Alemania, Austria, etc., buscando más información para su bibliografía.En 1964 participa en el famoso «Contubernio de Munich» por lo que su esposa será expulsada de España y a J. Bilbao no se le permitirá entrar en ella durante seis años. En tales circunstancias decide volver a los EE UU y, en el resto de los años que le quedan para jubilarse, su quehacer diario se centrará en dos objetivos: la enseñanza y, sobre todo, el procesado del material bibliográfico. Enseña español en la Universidad de Georgetown (Washington) en 1964-1965, en la Academia Naval de Annapolis (Maryland) en 1966-1968. Además, durante los años 1965-1968 comienza a preparar para la imprenta el material procesado en tantos años.

El año 1968 es una fecha clave en la vida de J. Bilbao pues es invitado por el director del Basque Studies Program de Nevada, Reno, el joven antropólogo W.A. Douglass, quien un año antes había inaugurado este centro. Entre sus obligaciones universitarias consta la enseñanza de un curso de Historia del País Vasco como profesor de Estudios Vascos, y, sobre todo, el establecimiento de las bases de la «Basque Collection», la mejor biblioteca en la diáspora vasca. Esta joya de la «Special Collection» de la UNR es en gran medida fruto del esfuerzo pausado, silencioso y constante de este bibliógrafo autodidacta; si en 1968 la biblioteca del BSP contaba con unos 3.000 volúmenes, en 1980 (año de la jubilación de J. Bilbao) esta cifra subió a unas 25.000 entradas. Por otra parte, en el verano de 1970 publica en la Editorial Auñamendi (Donostia) de los Hnos. Estornés Lasa, el primero de los diez volúmenes de su Eusko Bibliographia, proyecto que abarcará unas 400.000 entradas y cuya publicación durará varios años (1970-1977). Se llegarán a vender 10.000 unidades de cada uno de los diez volúmenes alcanzando la cifra total de 100.000. Más tarde, en 1984, la UPV/EHU publicó otros tres volúmenes comprendiendo la producción bibliográfica que abarcaba los años 1976-1980.

En otro orden de cosas, J. Bilbao fue nombrado en 1970 director de los «Cursos de Verano de Estudios Vascos»; en la década 1970-1980 organizó cinco de ellos en Ustaritz, Arantzazu, Loiola, Vitoria-Gasteiz y Oñate. Fue asimismo uno de los organizadores de la NABO (North American Basque Organizations, 1972). En el verano de 1971, en compañía de su colega y amigo W.A. Douglass, recorre ocho países latinoamericanos visitando universidades, bibliotecas, «euskal-etxeak» o centros vascos en busca de un abundante material que tres años más tarde se plasmará en el libro Amerikanuak. Basques in the New World (1974, Vascos en el Nuevo Mundo). Se trata de una historia de los vascos en el Oeste Americano; obra que marca un hito en la larga lista de libros publicados por la prensa universitaria de la UNR en la serie vasca, y presenta el mundo vasco sin limitaciones geográficas. Iniciador contumaz de nuevos proyectos, logra además en 1977 una beca para estudiar la emigración vasca en Filipinas adonde se desplaza para investigar en los archivos de aquellas islas. Tanto esfuerzo no podía quedar sin reconocimiento oficial y en 1977 con ocasión del homenaje tributado por la UNR se publica en Reno el libro-homenaje Anglo-American contributions to Basque Studies: Essays in honor of Jon Bilbao.

Tras su jubilación en la Universidad de Reno en 1980 es distinguido como «profesor emérito» en 1981. Vuelve al País Vasco lleno de ilusión para emprender dos nuevos proyectos: el Instituto Bibliográfico de Estudios Vascos y el Instituto de Estudios de la Diáspora Vasca. Durante los dos primeros años los vientos le fueron favorables gracias a las ayudas de varias entidades vascas: las tres Diputaciones, el Gobierno Vasco, las Universidades de Reno y del País Vasco y la Caja de Ahorros Municipal de Vitoria que generosamente le permitieron ubicarse en la Institución Sancho el Sabio. Se establece en su caserío-biblioteca de Getxo y semanalmente va alternando la jornada laboral entre su pueblo y Vitoria. Con el transcurso del tiempo, el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco va disminuyendo la ayuda económica y J. Bilbao crea la «Asociación Internacional de Bibliografía Vasca» con la colaboración de destacadas personalidades de la cultura vasca. Por otra parte, en 1987 funda también la «Asociación Harrilucea de Estudios de Historia» con el deseo de abrir un museo y una biblioteca en Getxo. Desgraciadamente algunos de estos planes quedaron sin acabar como la sinfonía «Inacabada» de Schubert. A las ilusiones y esperanzas iniciales les sucedieron la tristeza y la decepción en él y en algunos de sus amigos y colaboradores.

El 30 de marzo de 1994 J. Bilbao sufrió el primer derrame cerebral mientras trabajaba en Vitoria y fue ingresado en el Sanatorio de Górliz en un programa de rehabilitación. Desgraciadamente, tras un segundo ataque del que no pudo restablecerse, falleció el 23 de mayo a los 79 años de edad. Goian bego! .

Jon Bilbao Azkarreta fue un hombre singular en el sentido pleno de la palabra y estuvo dotado de una personalidad muy particular: profesor, político y bibliógrafo; gran conversador; iniciador de múltiples proyectos; trabajador «gautxori» o noctámbulo con un horario diferente del de los demás; viajero empedernido que aparecía y desaparecía en permanente transitoriedad como el curso del río Guadiana; vasco con apariencias de gentleman inglés; servidor de sonrisa acogedora de cualquier investigador que necesitara de su ayuda; patriota vasco con un amor profundo a Euskal Herria y a su cultura; perfeccionista y pausado en su trabajo como si el tiempo no discurriera en su vida.

Su labor fue reconocida por las instituciones vascas y J. Bilbao fue distinguido en varias ocasiones: profesor emérito de UNR en 1981; miembro correspondiente de Euskaltzaindia en 1973 y socio de honor desde el 19 de junio de 1987; socio de número de la Sociedad Bascongada de los Amigos del País desde el 20 de noviembre de 1981; miembro del Hall of Fame en 1988 por la Sociedad de Estudios Vascos en USA; doctor honoris causa por la UPV/EHU desde el 9 de noviembre de 1995. Eskerrik asko, Jon.

OBRA

Jon Bilbao. Eusko Bibliographia (10 volúmenes). Donostia. Ed. Auñamendi. 1970-1981.
Jon Bilbao. Eusko Bibliographia (1976-1980) (3 volúmenes). Leioa. UPV/EHU, 1985.
Jon Bilbao. Eusko Bibliographia 1981-1985. Leioa. UPV/EHU, 1996.
Jon Bilbao. Anuario de Bibliografía 1981. Vitoria-Gasteiz. Consejo de Cultura de la Diputación Foral de Álava. 1983.
Jon Bilbao. Vascos en Cuba 1492-1511. Buenos Aires. Ed. Ekin. 1958.
William A. Douglass, Jon Bilbao. Amerikanuak. Basques in the New World. Reno. University of Nevada. 1975.
Jon Bilbao. «La cultura tradicional en la obra de Lope García Salazar», Eusko Jakintza, 1948, II: 229-264.
Jon Bilbao. «Pierre Loti y el País Vasco», en Gernika, 1950, nº 11: 64-67.
Jon Bilbao. «Tres cartas de Unamuno sobre el habla de Bilbao y los «maketos» de Vizcaya», en Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, 1955, VI, nº 21: 67-79.
Jon Bilbao. «The Basque Library of the University of Nevada», en Basque Studies Program Newsletter, 1969, nº 2: 7-8.
Jon Bilbao. «First Basque Studies Summer Session Abroad» en, Basque Studies Program Newsletter, 1970, nº 4: 3-4.
Jon Bilbao. «Conferencia pronunciada por Jon Bilbao Azkarreta en la Biblioteca Nacional», en Bilduma, 1994, nº 8: 119-137.
Jon Bilbao. «The Basque Governors of California», en Basque Studies Program Newsletter, 1970, nº 3: 3-5.
Jon Bilbao. «The Basque Library Collection», en Basque Studies Program Newslette, 1973, nº 8: 3-7.
Jon Bilbao. «Consul of the United States of the port of Bilbao», en Basque Studies Program Newslette, 1976, nº 14: 4-8.
Jon Bilbao, «Basques in the Philippine Islands», en Basque Studies Program Newslette, 1979, nº 20:3-6.
Jon Bilbao. «Sobre la Leyenda de Jaun Zuria primer Señor de Vizcaya», en Amigos del País, hoy. Bilbao, 1982, I, 235-263.
Jon Bilbao, «Bibliografía del libro vasco», en X Congreso de Estudios Vascos. Iruñea. Eusko Ikaskuntza, 1987: 125-128.
Jon Bilbao. «Bibliografía», en I Congreso General de Historia de Navarra, Príncipe de Viana, 19987 (Anejo 6): 55-61.
Jon Bilbao. «La Biblioteca vasca de la Universidad de Nevada. Reno», en Revista Internacional de Estudios Vascos, 1987: 165-174.

BIBLIOGRAFÍA

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G. A. Tx.

Bombín Díez, Juan Miguel

Fotografía de Juan Miguel Bombín Díez

Bombin Díez, Juan Miguel (1916)

La biografía del escritor y periodista vizcaíno Juan Miguel Bombin se aleja por completo de la convencionalidad, incluso de los itinerarios vivenciales de otros exiliados vascos. Nacido en Portugalete, en 1916, ingresó en el seminario de los maristas. No parece que ese estilo de vida le atrajese mucho ya que en 1933 abandonó el seminario y, un año más tarde, se afilió a las Juventudes Socialistas. Iniciada la guerra, participo en los cursos de instrucción militar y se incorporó en el ejército vasco como cabo de trasmisiones. Hizo la guerra en el Batallón Tomás Meabe II, siendo herido, en junio de 1937, en un hombro y una pierna en el frente de Otxandiano. Reincorporado al servicio en los momentos previos a la toma de Bilbao por los militares sublevados, le correspondió la labor de evacuar a los heridos de guerra hacia Santander. Tras dejar atrás Reinosa y Torrelavega, llegaron a Gijón donde los heridos fueron atendidos en el Hotel Comercio. En septiembre de 1937 embarcó en la mencionada ciudad asturiana en dirección a Francia, de donde pasó de nuevo a Cataluña, donde se reincorporó al ejército de la República, a las órdenes del Coronel Galán, director general de la Marina de Guerra. La caída de Cataluña le llevó de nuevo a embarcarse esta vez en dirección a Argentina, país al que llegó a finales de noviembre de 1939. Para ello tuvo que recurrir a documentación falsa, a nombre de Jorge Rubio, supuesto ciudadano argentino. En Buenos Aires encontró un primer trabajo por mediación de José Mora Guarnido, exvicecónsul republicano en Uruguay, quien le consiguió trabajo en la Editorial Losada. Sin embargo, su situación no era legal, al encontrarse bajo nombre ficticio. Por ello, al producirse el golpe de estado en Campo de Mayo que depuso al presidente Castillo, se vio obligado a huir nuevamente ante el temor de ser represaliado.  Así, en 1941, Juan Miguel Bombin llegó a Montevideo donde fue acogido por el matrimonio Uriarte en el Hotel del Globo. En un principio colaboró allí, junto con Carlos Vallana, en la recaudación de fondos para los refugiados y el Gobierno Vasco en el exilio, pero pronto se incorporó al periódico El País, dirigido a la sazón por dos vascos, Leonel Aguirre y Rodríguez Larreta; gracias a ello pudo recuperar su verdadero nombre y profundizar poco a poco en su afición por las letras. En Montevideo Bombin conoció a Mario Benedetti, Onetti, Pablo Neruda, Martínez Moreno entre otras figuras del mundo literario, y ello fue un acicate para lanzarse al mundo de la creación. Resultado de ello fueron sus dos primeras novelas: Un hombre del siglo (1943) y El encuentro con mi amigo (1945). Asimismo, colaboró con el grupo Teatro del Pueblo y con las revistas Mundo Uruguayo y Marcha. En otro ámbito, constituyó junto con otros exiliados la empresa Fundición Nervión, dedicada al reciclaje de chatarra. En febrero de 1945 contrajo matrimonio con la uruguaya Alba Gómez, con quien tuvo dos hijos, lo que le obligó a abandonar el mundo literario en busca de actividades más lucrativas. Esta situación cambió cuando Bombin, a resultas de un golpe militar, tuvo que huir nuevamente, esta vez a Brasil, por miedo a ser extraditado a la España franquista. En la huida de nuevo la suerte permitió que pudiese llegar hasta Porto Alegre: en la frontera un capitán de origen vasco le facilitó la huida. En Porto Alegre Bombin entró en contacto con el Instituto de Cultura Hispánica y con la Pontifica Universidad Católica en cuya revista Veritas colaboraría. En la ciudad brasileña la familia pudo recuperar una cierta normalidad, rota con el fallecimiento de Alba Gómez. Por razón de diferentes trabajos Bombin recorrió numerosos países latinoamericanos, despertando especialmente su interés el conocimiento de algunas reservas indígenas. Ya en los años setenta, Bombin se traslada con su hija Erla a Brasilia y a Río de Janeiro. En abril de 1987 padre e hija vuelven a Bizkaia, estableciéndose en Erandio, dedicado ya plenamente a la literatura. Aquí ha venido publicando diversas novelas, obras de memorias y poemas. En líneas generales, son libros escritos con un estilo ágil, en los cuales se entremezclan datos históricos y experiencias vividas por el autor con elementos puramente novelísticos.

                                                        Autor: José Ángel Ascunce

CREACIÓN

Un hombre del siglo. Montevideo, Serantes, 1943 [N].

El encuentro con mi amigo. Montevideo, Ciudadela, 1945 [N].

Ceremonias de los espíritus. Addenda, 1997, 475 pp. [N].

El abuelo Cristino. Barcelona, El carro del sol [N].

Una casa para Helena. Barecelona, El carro del sol [N].

Más allá del horizonte. Bilbao, Beta III Milenio, 2002 [N].

Vertiente. Bilbao, Beta III Milenio, 2003, 112 pp. [P].

A Cara o Cruz. Bilbao, Beta III Milenio, 2004 [N].

“En la fila” en Sesenta relatos sesenta autores, Mikel Alvira (ed). Bilbao, Beta III Milenio, 2005,  [C].

Un año en el frente. El bombardeo de Gernika. Memorias de un miliciano. Bilbao, Beta III Milenio, 2005, 142 pp. [M].

Desde la ventana del sur. Bilbao, Beta III Milenio, 2005, 384 pp. [N].

José el Carpintero. Bilbao, Beta III Milenio, 2006, 288 pp. [N].

 

ESTUDIOS

            Bombin Gómez, Erla Mari, “De América a Euskadi: un camino abierto” en Los hijos del exilio vasco: arraigo o desarraigo, J.A. Ascunce y M.L. San Miguel (eds.). Donostia, Saturraran, 2004, pp.261-284.

 

 

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