Euskal Erbesteen Kultura – La Cultura de los Exilios Vascos

Biografías

Hamaika Bide parte en sus trabajos de unos planteamientos al margen de partidos políticos o de encasillamientos ideológicos. De esta manera aborda el estudio de exiliados y exiliadas de cualquier condición o posicionamiento político entendiendo que todos ellos han realizado una aportación valiosa a la cultura del pueblo vasco. Por lo tanto en esta sección se irán intergrando biografías de personalidades vascas sin más nexo entre sí que el haber compartido un destino común: el exilio.

  • Los resultados están siendo filtrados por el carácter: C
A B C D E F G H I J L M O P R S T U Z

Calzada, Isidoro

Fotografía de Isidoro Calzada
(Sestao, Bizkaia, 1927 – Bilbao, Bizkaia, 2004)

Estudios: pintura, escultura, música, etc.
Profesión preferente: pintor, escritor, profesor y periodista.
Actividades culturales: escritor y periodista.

Exilio: 1936 – 1982
Lugares y fechas de exilio:
Argentina: 1936-1965.
Uruguay: 1965-1982.

Isidoro Calzada nació en la localidad vizcaína de Sestao el 15 de junio de 1927. Su infancia, como la de la gran mayoría de los niños de la localidad, fue feliz. Sin embargo, esta idílica existencia pronto se truncó, aunque él por su corta edad se mantuviera ajeno a la realidad política que se iba imponiendo. Las fuertes tensiones sociales y los enfrentamientos políticos anunciaban negros nubarrones de guerra y de destrucción. Su padre, militante de la CNT, muy cercano a las posiciones de los grupos nacionalistas vascos, vivía momentos de gran exaltación patriótica. Su madre, de ideología conservadora y muy religiosa intuía malos tiempos. La prueba definitiva la tuvo cuando el Frente Popular ganó las elecciones en febrero de 1936. Por eso, decidió, incluso antes de la sublevación militar, optar por el exilio. El punto de destino era Buenos Aires. A los pocos días de iniciar el viaje la sospecha se hizo realidad. Había estallado la Guerra Civil. Isidoro Calzada tenía en esos momentos nueve años.

A comienzos de 1939 la familia Calzada se fue a vivir a Florida, uno de los más bellos suburbios de Buenos Aires. Se matriculó en el colegio de los Hermanos de las Escuelas Cristianas para continuar sus estudios. Los estudios en el colegio lasaliano duró poco. Tenía que colaborar económicamente como el resto de la familia. Fueron años duros en los que compaginaba los estudios con el trabajo. Su labor como verdadero gaucho era recoger el estiércol del ganado que después servía para hacer lumbre y al atardecer separar los terneros de sus madres para que éstas pudieran ser ordeñadas. A las noches, una vez concluido su trabajo ganadero, asistía a la Escuela de Artes y Oficios. Algo más tarde se matriculó en una academia de pintura.

Con 14 años, 1941, empezó a pintar al óleo y a esculpir. Hombre inquieto y siempre abierto a las novedades, estudió también dirección y guión de cines. En enero de 1945, con diecisiete años de edad, entró a trabajar en los estudios cinematográficos Lumitón, donde empezó a destacar como guionista y asistente de dirección. Entre trabajo y trabajo también solía hacer labores de extra. Después de esta experiencia en Lumitón fue contratado por la firma cinematográfica Pampa Film, donde realizó labores de guionista y asistente del director español Benito Perojo. Eran años felices de amores, arte, música, etc., intensamente vividos y gozosamente recordados.

Sin embargo, entre tantas actividades, su vida profesional se iba encaminando hacia la pintura, especialmente el retrato y la decoración sin olvidar el periodismo tanto escrito como radiofónico. Después de unos comienzos altamente exitosos, su vida se convirtió en un viaje permanente, respondiendo a las llamadas que desde distintos lugares le hacían para que pintara retratos: Buenos Aires, Santa Fe, Rosario, Mar de Plata, Tandil, etc., etc.

En 1958 conoció en la localidad de Tres Arroyos a una muchacha de origen italiano, con la que unió su vida hasta 1965. Tuvieron dos hijos. Pero la unión se deshizo. Isidoro siguió su vida artística y bohemia. Incansable en su trabajo, seguía trabajando en la creación especialmente pictórica y en los medios de comunicación. Durante este período empieza a escribir y publicar sus primeras novelas: La última fuga, El tiovivo, etc.

En ese tiempo le ofrecieron empleo en un diario de Paraguay. Marchó a Encartación, al otro lado del río Paraná. Al poco tiempo se traslada a Asunción, donde continúa su trabajo cultural y artístico. Inicia una colaboración muy cerrada con La Tribuna, diario de Asunción, donde publicaba todos los domingos un cuento. Por encargo de una editorial, reúne una serie de estos cuentos y da forma a un librito Vuelo encadenado. Fue su primer gran éxito editorial. Como consecuencia, la misma editorial le encarga la escritura de una novela. De esta manera, nace Acá Carayá, acerca de la Guerra Grande del Paraguay contra la Triple Alianza. Fue otro gran éxito editorial. A partir de este momento, Isidoro Calzada se entregó de lleno a la creación literaria. Desde 1970 a 1975 escribe gran número de sus más reconocidas obras: La estrella de las Navas, Alvar Núñez Marangutú , Itapua, Campeador de América, etc.

En abril de 1969 conoció a Dominga y en abril de 1970 se casó en Lambaré, suburbio de Asunción. El 30 de enero de 1971 nacía su primer hijo. El 31 de diciembre de 1973 nacía su hija María del Pilar Rocío. Fueron años de gran estabilidad emocional y laboral. Isidoro disfrutaba plenamente con su familia y con su trabajo.

En abril de 1972, el padre Gregorio Ayerra Munárriz, navarro que dirigía la editorial Don Bosco, se presentó en su casa y le encargó que escribiera un texto de Historia de Paraguay para el primer curso de bachillerato. Nacía de esta manera una cooperación altamente productiva. Isidoro Calzada se dedicó, entre otras actividades, a ir escribiendo libros de textos de especialidades distintas. Los colegios de Paraguay se llenaron de textos de Isidoro Calzada.

La vida seguía su ritmo. Pero esta cómoda tranquilidad se rompió debido a un incidente político. Un comando argentino asesinaba en Asunción al dictador nicaragüense Anastasio Somoza. Como extranjero y argentino, Isidoro fue sospechoso de colaboracionismo en el asesinato. Una patrulla, ametralladora en mano, se presentó en el lugar y delante de sus hijos registró toda la casa. Le obligaron a presentarse en la comisaría periódicamente. Todo estaba muy revuelto. En vista de la situación y previendo que la cosa podía ir a peor, con lo puesto y con el dinero que pudo conseguir abandonó Paraguay en 1982. Llegó a Bilbao, vía Buenos Aires y Madrid. Llegaba a su tierra después de muchos años de ausencia. Algorta fue el lugar de su nueva residencia. Empezaba una nueva vida con su mujer Dominga y sus tres hijos.

Hasta comienzos de 1987, cuando se le acabó el dinero que traía de América, pudieron subsistir haciendo retratos y correcciones de estilo. En marzo de ese mismo año, el Instituto Vasco de Nuevas Carreras le contrató para enseñar literatura, dibujo, historia y cine. Gracias a este contrato, pudieron subsistir, siempre con dificultades, hasta 1993, año que abandonó la labor docente por razones de jubilación.

En Bilbao no abandonó su pasión por la escritura. En 1994, la editorial La Gran Enciclopedia Vasca, en colaboración con la editorial Cardeñoso de Vigo, publicó la tercera edición de La fragua de Alá. En 1995, Publi Label, en coedición con Lazos Video, publicó la tercera edición de El cóndor de Orduña, biografía novelada de Juan de Garay. En 1997, la BBK le publica la obra El almirante Bertendona. En 1999, La Gran Enciclopedia Vasca publicó su biografía novelada Apeles. En 2002 la Editorial Status publicó el título Che Guevara, obra de gran resonancia en los medios de comunicación y de gran éxito comercial.

Sin embargo, el tiempo iba doblegando la salud de este incansable aventurero de la vida y de las letras. Al poco tiempo de venir a Bilbao, sufrió un infarto. Fue el primer aviso serio. Sin embargo, pudo hacer una vida normal. A partir del 2002 sufrió serios problemas renales agravados por ciertas complicaciones en el hígado. La situación empeoró durante el año siguiente. Sufre una insuficiencia renal muy fuerte. Su cansado cuerpo no pudo aguantar más, aunque su espíritu seguía siempre vivo con multitud de proyectos de escritura y de viajes. El 30 de marzo de 2004, tras un periodo de decadencia plena, moría en Bilbao. Era el adiós definitivo de uno de los últimos exiliados que hizo de la cultura y de la aventura son normas de vida.

Obra

Vuelo encadenado (Cuentos de la tierra guaraní), Asunción, Ediciones Comuneros
1969.

Acá Carayá, Asunción, Ediciones Comuneros, 1969.

La estrella de las Navas, Asunción, (edición particular), 1969.

Itapúa /la roca que emerge) , Asunción, Editorial Don Bosco, 1970.

Álvar Núñez, Marangatú, Asunción, Editorial Don Bosco, 1969.

Tacuara Jhacuava, Asunción, Editorial Don Bosco, 1971.

La plateada bahía de los carios, Asunción, Editorial Don Bosco, 1971.

Campeador de América, Asunción, Editorial Don Bosco, 1971.

Pai Tucú. Biografía de fray Luis Bolaño, Asunción, Editorial Don Bosco, 1975.

La fragua de Alá, Vigo, Ediciones Cardeñoso – Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca,1994.

El cóndor de Orduña, Bilbao, Servi Label Producciones, 1995.

El almirante Bertendona, Bilbao, BBK, 1997.

Apeles, La Gran Enciclopedia Vasca, 1999.

Che Guevara, Bilbao, Editorial Status, 2002.

Bibliografía

ASCUNCE ARRIETA, José Ángel: «Isidoro Calzada: la biografía de dos mundos», Diario Vasco, San Sebastián, 2 de junio de 1992, pp. 66.

ASCUNCE ARRIETA, José Ángel: «Isidoro Calzada: mis queridas patrias y mi amada gran patria», Los hijos del exilio vasco: arraigo o desarraigo (Edic. J.A. Ascunce y M. L. San Miguel), Editorial Saturrarán, 2004, pp. 237-259.

Chiapuso Hualde, Manuel

Fotografía de Manuel Chiapuso Hualde
(Donostia – San Sebastián, 1912 – Barakaldo, 1997)

Estudios: profesor de francés en la Sorbona
Profesión preferente: profesor de lenguas
Actividades culturales: escritor, activista, conferenciante
Exilio: 1939- 1997
Lugares y fechas de exilio:
1 .- Distintos campos de concentración franceses: 1939
2 .- Biarritz: 1944
3 .- París: 1949
4 .- Biarritz

 

Chiapuso es uno de los nombres legendarios del anarquismo vasco. Militante hasta el final, fue un hombre de una gran cultura, comprometido toda su vida en la lucha contra el franquismo y por la libertad, autor de numerosos libros en los que prima su testimonio de primera persona de numerosos acontecimientos contemporáneos.

Nacido en Donostia-San Sebastián el 14 de abril de 1912, conoció desde la infancia los males del exilio: sus padres debieron escapar a París por su militancia anarquista. El joven Chiapuso pasó su niñez en Urnieta y a los diecinueva años se incorporó a la CNT. Por esta época constituyó una compañía de teatro aficionado. Durante los años de la República colaboró en la fundación de las Juventudes Libertarias, siendo nombrado secretario. Participa en diferentes huelgas y en 1932 es encarcelado, conociendo distintas cárceles: Alcala, Ondarreta, Ocaña y San Miguel de los Reyes. Las experiencias vividas en la cárcel las recogió en el libro Juventud, rebeldía (1980).

Puesto en libertad tres años después, interviene en la fundación del periódico de combate Crisol (Donostia, 1935) y colabora en la Revista Blanca. A consecuencia del golpe de estado del 18 de julio Chiapuso participó activamente en los movimientos de autrodefensa: participa en la toma de los cuarteles de Loiola y en distintos puntos del frente: Peñas de Aia, monte San Marcial de Irún, defensa de Irún. Nombrado secretario de la CNT, participa en la Junta de Defensa de Gipuzkoa. Con la caída de Donostia en septiembre de 1936, herido, huye a Durango. En octubre de 1936 se encuentra en Bilbao donde asume el cargo de responsable de propaganda de la CNT del Norte, participando en la fundación del diario del mismo nombre y de la revista ilustrada Horizontes. Ante la disyuntiva de que los anarquistas se incorporasen al Gobierno Vasco, Chiapuso defendió la postura favorable a la misma, pero quedó finalmente en minoría, ganando finalmente la postura contraria. Tras la caída del País Vasco y del frente norte, Chiapuso se trasladó a Barcelona donde siguió ocupando puestos de responsabilidad dentro del anarquismo organizado.

Tras la caída de Catalunya junto con su compañera María escapó a Francia donde fue recluido en distintos campos de concentración de los que huyó al menos en tres ocasiones. Luchó en la Resistencia francesa en Baiona y Toulouse hasta la caída de los nazis. En 1944 se asentó en Biarritz (Lapurdi). Finalizada la guerra mundial participó activamente en la reorganización de la CNT. Colabora en diferentes publicaciones como Tiempos Nuevos de Toulouse (1945). Como miembro de este sindicato se incorporó al Consejo Consultivo Vasco, impulsado por el Gobierno Vasco durante 1946, siendo sustituido por Aransaénz. En 1949 se dirige a París donde estudiaría para prfesor de francés en La Sorbona. Posteriormente se dedicó a la enseñanza de la lengua en París. No obstante, sigue escribiendo en espa&ntile;ol y francés, siendo finalista en 1972 al Premio Nadal con la novela Las incertidumbres del doctor H. A partir de aquí su protagonismo político parece reducirse; sólo en los años setenta se cita su presencia clandestina en el interior para tratar de coordinar a los grupos guipuzcoanos y alaveses. Colabora además en distintas publicaciones: “Askatasuna de Bilbao, CNT, Polémica” Aborda también la elaboración de varios libros de memorias y de reflexiones sobre la guerra civil. Entretanto Chiapuso y su compañera habían vuelto a domiciliarse en Biarritz, participando él en todo tipo de iniciativas, mítines, conferencias, reuniones, siempre con objeto de dar un nuevo impulso al anarquismo vasco. Precisamente falleció en el Hospital de Cruces (Barakaldo) como consecuencia de un accidente de coche, el 19 de noviembre de 1997, cuando se dirigía a una de estas reuniones en compañía de su amigo Martínez.

 

OBRA
-. Generalidades sobre Euskadi y la CNT. Ametzak, Baiona, 1945. [E]
-. Bosquejos, La ciencia y el joven libertario. Ametzak, Bayona, 1946). [E]
-. Sembrando inquietudes. Ametzak, Baiona, 1946. [N]
-. El impertinente andariego, luz y penumbra. Ametzak, Toulose, 1948. [N]
-. Délire et rétrovision. París, 1977 . [E]
-. Los anarquistas y la guerra en Euskadi. La comuna de San Sebastián. Colección Ipar Haizea. Editorial Txertoa. Donostia, 1977. Reeditado por Abarka, Andoain, 2003. [M]
-. El gobierno vasco y los anarquistas. Bilbao en guerra. Colección Ipar Haizea. Editorial Txertoa. Donostia, 1978. [M]
-. Juventud, rebeldía. Oposición popular y cárceles en la República. Ed. Hórdago, Donostia, 1980. [M]
Se mencionan otros títulos que no han podido ser confirmados. Asimismo, participo en diferentes obras colectivas sobre la guerra civil.
BIBLIOGRAFÍA
.- JIMÉNEZ DE ABERáSTURI, Luis Mari y Juan Carlos: La guerra en Euskadi. 1936-1937. 3º edición revisada y ampliada. Donostia: Txertoa, 2007: 149-184.

José Ramón ZABALA

Cruzalegui, Juan León

Fotografía de Juan León Cruzalegui
(Mundaka, Bizkaia, 1895 – Buenos Aires, 1989)

Pseudónimo: Juan de Zuria.
Estudios: Estudios comerciales.
Profesión preferente: Técnico comercial.
Actividades culturales: Periodista y pintor.
Exilio: 1937 – 1989.
Lugares y fechas del exilio:
-Francia: abril de 1937 – agosto de 1937.
-Argentina: 1937 – 1989

BIOGRAFÍA
Juan León CRUZALEGUI nació en Mundaka (Bizkaia) el 26 de diciembre de 1895. Sus antepasados presentaban una larga tradición marinera. Su padre, como con anterioridad sus abuelos, fue capitán de barco de altura. Su familia se trasladó; en la primera década del siglo a Inglaterra, concretamente a Liverpool, donde residir an durante una larga década. Esta estancia le permitió poseer un gran dominio del inglés, aspecto de gran importancia en su vida laboral tanto antes de la guerra como después, durante el exilio, en Argentina. Vuelto a Mundaka, completó sus estudios en Bilbao. Orientó su vida hacia el mundo mercantil y financiero. Sin embargo, desde joven mostró fuertes inquietudes hacia campos intelectuales y artísticos diversos. A través de múltiples lecturas y estimulado por las figuras intelectuales de su entorno y del país comenzó su meritoria trayectoria de autodidacta que continuó infatigable durante toda su vida. Ingresó en el mundo del trabajo y al poco tiempo se casó con Laura Abaroa, también mundaquesa. Se instalaron en Bilbao y tuvieron tres hijos: Enrique, Laura y Josefina.
Poco antes de casarse empezó a cultivar una afición que también le acompañaría toda la vida: la pintura. Inició su afición pintando los paisajes de su pueblo natal para después abarcar toda la geografía vasca. Gracias a la pintura conoció muchos rincones y localidades del País Vasco. Se impregnó de tal manera del paisaje vasco, que, más tarde, en tiempos del exilio argentino, era capaz de seguir reproduciendo esos paisajes en su “atelier” de Buenos Aires al que llamó “Urrundik” (Desde lejos). Fundó con otros jóvenes artistas la agrupación Unión Arte de Bilbao, asociación que organizaba exposiciones, en las que Cruzalegui solía intervenir.
En 1932 se incorporó como técnico contable a la Compañía Telefónica Nacional de España. Dos años más tarde fue trasladado por la dirección de la compañía a la sede de Madrid, al emblemático edificio de la Gran Vía. Se instaló con toda su familia en la capital española. El Prado fue una de sus atracciones. Casi todos los domingos iba al museo a ver pintura y a aprender de los grandes maestros.
Al estallar la guerra, como jefe de contabilidad de la misma empresa, pasó momentos difíciles, ya que debido a su cargo, al parecer, se hallaba en la lista negra del grupo sindical anarquista. Sin embargo, estos temores no se hicieron realidad, aunque se vivía con el miedo a cuestas. Debido a su conocimiento del inglés, fue destinado por el mando militar al servicio de control de los corresponsales internacionales. Por otra parte, la guerra dividió a la familia. Mientras Juan León permaneció en Madrid, Laura con sus tres hijos marchó a pasar los meses de verano a la localidad natal de Mundaka. Fueron momentos muy duros tanto para unos como para otros. Era la separación familiar y los miedos de represalias y de guerra. La falta de noticias contables en la sede bilbaína le ofreció la oportunidad de dirigirse a Bilbao y allí reunirse con su familia. A principios de abril de 1937 consigue un permiso excepcional de traslado a Bilbao, vía Francia. El bombardeo de Gernika y la inmediata ofensiva de las tropas franquistas con la caída del frente vasco detuvieron a tiempo su viaje, permaneciendo en Francia a la espera de los acontecimientos. Su mujer e hijos, tras arduas gestiones, pasaron la frontera, reuniéndose la familia en el País Vasco-frances. Conscientes de la envergadura de la guerra, decidieron entonces dirigirse a Argentina, donde tenían familiares directos. De este modo pudieron llegar a Buenos Aires el 2 de septiembre de 1937.
Tras las dificultades iniciales de integración en un país ajeno, Cruzalegui se colocó en una empresa internacional de comunicaciones, favorecido por sus antecedentes en Telefónica Española y por el dominio del inglés. Desde su llegada a Buenos Aires se incorporó, por otra parte, de forma activa al grupo de exiliados vascos, retomando sus inclinaciones culturales, especialmente en los campos de la pintura y del periodismo. Durante décadas su firma aparecería de manera asidua en las publicaciones del exilio vasco: Euzko-Deya tanto de Buenos Aires como de México, Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, Gernika, Tierra Vasca, etc. Aunque todavía no se ha hecho la recopilación de su trabajo periodístico, se puede afirmar sin exageración que sus entregas alcanzaron una cifra sorprendente. En estas numerosas colaboraciones, en las que a menudo utilizó el seudónimo de “Juan de Zuría”, llama la atención la diversidad de temas tratados. Escribe sobre política, arte, prehistoria, lingüística, etc. Frecuentemente en esas mismas páginas aparecían sus dibujos, ilustraciones a plumilla, sobre paisajes, pueblos, costumbres, recuerdos de su país natal, en los que expresaba la nostalgia por su tierra lejana. En esta misma línea, es obligado resaltar otra de sus actividades destacadas: la de conferenciante. Pronunció numerosas conferencias y charlas sobre los temas habituales de sus preocupaciones, aquellos que igualmente ofrecía en sus artículos y en sus grabados.
Sin embargo, entre sus temas de dedicación y de trabajo, sobresale especialmente su entrega por la pintura, campo en el que expresó sus ideas y sus reflexiones. Sin formación académica, guiado por su sensibilidad y por sus aptitudes naturales, gracias a una dedicación permanente, realizó una obra artística de fuerte personalidad y de altas cualidades estéticas.
Cruzalegui reveló dos grandes preocupaciones en el campo del arte y de la pintura. La primera fue la de dar a conocer en la medida de sus posibilidades el arte vasco. La segunda, más práctica, fue la de divulgar a los artistas vascos del exilio. Fue promotor de diferentes exposiciones, en las que el propio Cruzalegui también intervenía como expositor. Fueron muy célebres las exposiciones que organizó en Buenos Aires, Mar de Plata y Montevideo, pero especialmente hay que destacar las organizadas en la Galería Van Riel de Buenos Aires sobre paisajismo euskaro (1950) y la del Centro Laurak-Bat de Buenos Aires, en 1952, donde logró reunir las mejores firmas de los pintores vascos de la primera mitad de siglo. En 1982, dicho centro expuso en sus salones una vasta muestra de su obra.
Cruzalegui, tanto en el mundo de la pintura como en el campo del periodismo, se consideró un hombre vocacionado, amateur, que trabajaba por gusto y por idealismo, pero nunca por afanes lucrativos. Como vasco exiliado, sentía la necesidad, también la obligación, de colaborar en beneficio de la colectividad de la diáspora y por la cultura de su país. Por eso, todas sus colaboraciones en el periodismo como su dilatado trabajo artístico tenían un sentido reivindicativo y altruista. Fue igualmente generoso con su tiempo y con su esfuerzo. Sin interés alguno, intervino de forma asidua en tareas administrativas, de organización, en diversos organismos de la colectividad vasca. Aceptaba todo tipo de trabajo que se le requería. Era su forma de mostrar su generosidad y su amor por la patria lejana.
Juan León Cruzalegui fue un hombre de firmes convicciones en sus ideas y en sus comportamientos. Integró una generación forzada físicamente a abandonar su tierra pero emocionalmente siempre estuvo unido a ella. Su biografía es la mejor prueba de esta entrega y de este amor.

DATOS BIBLIOGRÁFICOS
-Obra
En el campo periodístico puede presentar varios cientos de artículos y colaboraciones en diferentes medios del exilio vasco. La recopilación de esta labor periodística es un trabajo todavía pendiente.

-Exposiciones organizadas por Cruzalegui.
.- Primera exposición colectiva de los fundadores de Unión Arte, Bilbao, 1930.
.- Salón escuelas de Berastegui, Bilbao, 1933.
.- Exhibiciones de Arte y Cultura Vasca, Montevideo, 1943.
.- Exposición de Artistas Vascos, Mar del Plata, 1946.
.- Artistas vascos y argentinos, Centro Vasco de Mar del Plata, 1948.
.- Pintura Vasca, 75 Aniversario del Laurak-Bat, Buenos Aires, 1952.
.- Salón de Artistas Plásticos Vascos, Mar del Plata, 1955.
.- Exposición de Artistas Vascos, Semana Vasca del Mar del Plata, 1957.
.- Arte Vasco y Argentino, Centro Vasco del Mar del Plata, 1958.
.- Salón de Artistas Plásticos Vascos, Mar del Plata, 1958.
.- Exposición en la Semana Vasca de Bahía Blanca, 1974.

-Exposiciones individuales.
.- Ayuntamiento de Mundaka, 1930.
.- Galería Van Riel, Buenos Aires, 1950.
.- Galería Saap, Buenos Aires, 1972.
.- Centro Laurak-Bat de Buenos Aires, 1982.

-Bibliografía sobre Cruzalegui.
-CRUZALEGUI, Laura: “Recuerdos e impresiones del exilio republicano en Argentina” en Los hijos del exilio vasco: arraigo o desarraigo (Coordinado por. J.A. Ascunce y M. San Miguel), San Sebastián, Editorial Saturraran, 2004, pp. 285- 321.
-FLORES KAPEROCHIPI, M.: Arte Vasco, Buenos Aires, Editorial Ekin,
-PLAZAOLA, Juan: Historia del arte vasco. IV. Siglo XX, San Sebastián, Editorial Etor-Ostoa, 2004, p. 827.

Subir