Euskal Erbesteen Kultura – La Cultura de los Exilios Vascos

Ildefonso Gurruchaga Ansola » Biografías

Hamaika Bide parte en sus trabajos de unos planteamientos al margen de partidos políticos o de encasillamientos ideológicos. De esta manera aborda el estudio de exiliados y exiliadas de cualquier condición o posicionamiento político entendiendo que todos ellos han realizado una aportación valiosa a la cultura del pueblo vasco. Por lo tanto en esta sección se irán intergrando biografías de personalidades vascas sin más nexo entre sí que el haber compartido un destino común: el exilio.

Gurruchaga Ansola, Ildefonso

Fotografía de Ildefonso Gurruchaga Ansola
(Azpeitia, Gipuzkoa, 1902 – San Sebastián, 1974)

Pseudónimo: BATEK, Iñigo de Aratz, Iñigo de Uranga.

Estudios: Licenciado y doctor en derecho.

Profesión preferente: Abogado.

Actividades culturales: Historiador y ensayista.

Exilio: 1939- 1974.

Lugares y fecha de exilio: 1º -1939-1941 Francia (San Juan de Luz).

2º-1942-1953 Argentina (Buenos Aires).

3º-1959-1974 Francia (San Juan de Luz).

Ildefonso Gurruchaga nace en 1902 en el seno de una familia adinerada en Azpeitia. Entre 1912 y 1918 estudia el bachillerato en San Sebastián y continua sus estudios en la Universidad de Deusto donde cursa la especialidad de Derecho, carrera que ofrecía grandes y diferentes posibilidades laborales. En junio de 1925, a sus 23 años, obtiene el grado de Doctor en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid. Vuelve a Azpeitia en plena juventud como doctor en Derecho con un envidiable futuro.

El 25 de marzo de 1926 es nombrado concejal y 2º Teniente de Alcalde de dicha localidad. A partir de ese momento va a pertenecer a la comisión permanente de dicho municipio. Su actividad en el Ayuntamiento va a ser activa y muy positiva

Desde 1930, año en que se afilió al Partido Nacionalista Vasco, se distinguió por su activa participación política. Mantuvo contactos habituales con los altos cargos del partido y una excelente amistad con algunos de ellos, especialmente con José Antonio de Aguirre, amistad que durará hasta la muerte del lehendakari. La amistad y la confianza ganada a través de un trabajo serio y responsable hizo que durante la guerra fuera nombrado por Aguirre y Leizaola Fiscal General de Euskadi.

Durante los años de preguerra, Ildefonso se destacó por una importante actividad intelectual. Participó en el llamado renacimiento cultural vasco. Desde muy joven fue un gran aficionado a la historia. Su vocación y preparación le permitieron escribir importantes trabajos de la historia de nuestro país. Su firma aparece regularmente, aunque no con mucha frecuencia, en las principales revistas vascas de ese tiempo: Yakintza, R.I.E.V., Euskal-Eriaren Alde, Revista de Cultura Vasca, etc. Entre los títulos más señalados se encuentran “Las machinadas del año 1766 en Azpeitia (sus causas y su desarrollo)”, artículo sorprendentemente moderno e innovador en los estudios históricos de la época, “Notas sobre los Parientes Mayores. Treguas y composiciones de la casa de Loyola”, “La hidalguía y los fueros de Guipúzcoa”, etc. Participa de manera activa en las actividades programadas por la Sociedad de Estudios Vascos, Eusko Ikaskuntza. Tomó igualmente una postura activa en la recién creada institución Euzkaltzaleak, identificándose plenamente con la filosofía de dicha institución: “defender y difundir el euzkera, y mediante ella buscar el desarrollo de la cultura vasca de manera permanente y metódica. El escritor vasco asume una postura comprometida y activa a favor de la cultura y de la política vasca. Todos estos datos nos informan sobre la posición cultural de Ildelfonso. No sólo se sentía identificado con las tesis del Partido Nacionalista Vasco y con las metas programáticas del renacimiento cultural vasco, sino que tomó una parte activa en la medida de sus posibilidades y de su personal manera de trabajo.

El 18 de julio de 1936, con la sublevación de parte del ejército español, da comienzo la Guerra Civil. La posición de Ildefonso Gurruchaga fue clara desde un principio. Fue nombrado Presidente de la Comisaría de Guerra de Azpeitia. En octubre de ese mismo año Azpeitia era tomada por los requetés teniendo que abandonarla precipitadamente.

El prestigio adquirido como abogado y su calidad de hombre ecuánime le granjearon la confianza del Gobierno Vasco, que le nombró el 22 de octubre de 1936 Fiscal Superior de Euskadi. Tras la caída de Bilbao en junio de 1937 el País Vasco entra en la órbita de las tropas franquistas. Sin embargo, su trabajo como hombre de leyes siguió vivo en diferentes partes de la España republicana. Fue magistrado de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, magistrado interino del Jurado de Urgencia Nº 2 de la Audiencia de Alicante y, más tarde, Presidente de dicha Audiencia. Parece que ejerció de Presidente del Tribunal de Urgencia Nº 2 de la Audiencia de Alicante hasta febrero de 1938.

En 1939 marchó a San Juan de Luz. Cuando llegó a Iparralde desde Cataluña se le encomendó la tarea de un estudio sobre Derecho Vasco. Leizaola le encomendó la preparación de la asignatura de Historia del País Vasco para impartir en el colegio de Ziburu. El lehendakari Aguirre le solicitó su colaboración para la empresa cultural de una revista, donde se pudiera dar a conocer la realidad cultural y social de Euskadi y Cataluña. El compromiso de Ildefonso Gurruchaga con todo el entramado cultural del exilio fue total. Pero los acontecimientos políticos que estaba viviendo Francia, le obligaron a optar por América como su nueva tierra de libertad y de entrega.

El 15 de enero de 1941 embarcó en el Alsina, un buque de pasajeros de bandera francesa que realizaba el viaje de Marsella a Buenos Aires. El viaje tenía una duración de unos quince días. Sin embargo, toda una serie de contratiempos hizo que no llegasen hasta el 12 de marzo de 1942. Tras quince meses de navegación y de largas escalas obligadas, tomaron tierra en el puerto de Buenos Aires.

Su mundo personal estaba formado por el variopinto espectro de la vida vasca del exilio. Se le podía encontrar en cualquier centro vasco de Buenos Aires: la redacción del Eusko Deya, del que en una época fue redactor y administrador. Tampoco era difícil verle por la redacción de Tierra Vasca, donde firmaba con el seudónimo de Iñaki de Uranga. El Laurak Bat era su segundo domicilio, socio desde su llegada a Buenos Aires.

Fue, entre otros cargos, miembro de la Comisión de Estudios Político-jurídicos del P.N.V., por deseo expreso del Euskadi Buru Batzar. Más tarde, ya en Iparralde, fue miembro del Euskadi Buru Batzar y Presidente del Sabindiar Batza. Sin embargo, al margen de partidos y de políticas, el cargo que más le satisfizo fue el de Primer Presidente definitivo del Euskaltzaleak en 1945, asociación creada en torno a la figura de Isaac Lopez-Mendizabal, grupo que defendía la lengua y la cultura como elementos identificadores de la nacionalidad vasca.

Fue miembro fundador del Instituto Americano de Estudios Vascos y colaborador asiduo del Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, B.I.A.E.V. Fue muy importante la colaboración cultural que realizó Ildefonso en dicho boletín. Allí publicó un buen número de artículos de importante calado intelectual. Euzko Deya y Tierra Vasca fueron otras dos publicaciones donde la firma de Ildefonso Gurruchaga aparecía con asiduidad. Sus temas estaban siempre relacionados con la casuística vasca: historia, lengua, cultura, etc.

Ildefonso Gurruchaga era un hombre de tertulia. Según comentan sus amigos y compañeros de exilio, era una persona que sabía hablar pero también sabía escuchar. Los que le conocieron en su etapa de exilio lo valoran como una persona que hablaba mucho y bien, pero siempre con la palabra justa y en el momento oportuno. El tema de conversación, como en las demás tertulias, se centraba en las últimas noticias sobre la España de Franco y sobre cualquier asunto referente al País Vasco. Esta costumbre la mantuvo en Iparralde.

Ildefonso Gurruchaga se distinguió en todo momento por su espíritu comprensivo y apaciguador. El historiador vasco rendía culto a la amistad y en ésta solo buscaba la autenticidad y la entrega de la persona. Desde este punto de vista, se entienden algunas de las conductas de Ildefonso. Siendo él del P.N.V., no tuvo problemas para asumir la presidencia del grupo cultural Saski-Naski, aunque dicho grupo no mantuviera relaciones muy cordiales con el Partido Nacionalista Vasco. Tenía grandes amigos de Acción Nacionalista Vasca y no era remiso para compartir bastantes horas de su vida con gente no identificada con los ideales nacionalistas. Entre sus amigos más frecuentados estaba Luis Múgica, próximo a Izquierda republicana, o Tacho Amilibia, miembro durante muchos años del Partido Comunista. Cualquiera podía ser su amigo. Sólo pedía hombría y autenticidad.

Ildefonso Gurruchaga colaboró activamente con José Antonio de Aguirre en la redacción de una historia del País Vasco. Era obligada una biografía extensa y detallada de esta historia para justificar ante propios y extraños la razón de una lucha y el sentido de una patria. En 1959, Ildefonso, siendo presidente del Laurak Bat, se despidió de sus más íntimos. La marcha de Ildefonso Gurruchaga podía entrar dentro de esta estrategia. En Iparralde vivió como lo había hecho con anterioridad en Buenos Aires. El ambiente vasco del exilio era su pequeño mundo. Su vida se reducía a sus amigos y a sus libros.

El año 1965 fue un año especial para la vida de los exiliados vascos, especialmente para Ildefonso Gurrachaga. Se celebraba ese año el centenario del nacimiento de Sabino Arana. Con anterioridad, se había creado el Instituto de Estudios Sabinianos-Sabindiar Batza (14 de septiembre de 1950) para con tiempo organizar toda una serie de trabajos destinados a celebrar tan importante evento. Se quería recopilar la obra completa de Sabino para su posterior publicación. En 1965 Ildefonso era presidente del Instituto de Estudios Sabinianos. Durante ese año, se publicaron sus obras completas. Las obras completas de Sabino Arana aparecen publicadas por el Instituto de Estudios Sabinianos-Sabindiar Batza. El “prólogo” de las obras, aunque sea anónimo, tiene un autor: Ildefonso Gurruchaga. Fue su principal aportación a los eventos del centenario de su gran maestro, Sabino Arana. La presidencia del Sabindiar-Batza recayó sobre Ildefonso hasta la muerte de este en 1974. También fue hasta su muerte Presidente del Euskal Kulturaren Alde-Asociación pro Cultura Vasca.

La existencia de Ildefonso seguía siendo muy metódica y discreta. Raramente salía de sus costumbres habituales. Las parcelas del estudio y de la amistad seguían siendo los verdaderos pilares de su vida. Frecuentaba la compañía de jóvenes y mayores, siempre enredados en discusiones sobre temas de la realidad vasca. Recibía frecuentes visitas de amigos argentinos y de compañeros residentes en Euskadi. Entre los amigos que le visitaban con cierta regularidad estaban el escritor José de Arteche, los López Mendizabal, el Dr. Barriola, etc. Los años pasaban e Ildefonso seguía con las mismas ganas de trabajo y de lucha.

Sin embargo, en 1974, por lo que parece, un cáncer de estómago acabó en muy poco tiempo con todas sus reservas físicas y emocionales. Casi moribundo, fue trasladado a San Sebastián a la Clínica de La Esperanza del Dr. Barriola, donde murió el 3 de diciembre de 1974. El gran sueño de su vida no lo pudo realizar: volver a una Euskadi libre de dictadores y de dictaduras. Sus restos fueron llevados a su Azpeitia natal, donde se celebró su funeral con gran concurrencia de asistentes y con honores municipales. Descansa en el cementerio de Azpeitia.

María Luisa San Miguel

Obra

Colaborador habitual en diversa revistas y periódicos del País Vasco y del exilio vasco.

“La Machinada del año 1766 en Azpeitia. (Sus causas y desarrollo). En Yakintza. Nº 5, Donosita-San Sebastián, septiembre-octubre 1933, pp. 373-395.

“Notas sobre los parientes Mayores. Treguas y composición de la casa de Loyola. Documentos”. En Revista Internacional de Estudios Vasco. Tomo XXVI. Bilbao 1935, pp.481-498. Biblioteca de la Gan Enciclopedia Vasca. (Edt. Facsímil) 1972.

“Consideraciones sobre los Caballeritos de Azkoitia”. En Euzka-Deya. Nº 133,137,138,145,146. Buenos Aires, Diciembre 1942- Marzo 43.

“La justicia en Euskadi durante el primer gobierno vasco”. En Nación Vasca. Nº 109, Buenos Aires, abril 1943, pp.72-81.

“Se averiguará el origen de los vascos?”. En Euzko- Deya. Nº 23. México, 1 de febrero 1944. p.1.

“Las fronteras del euskera en las diversas épocas. En Boletín del Instituto Americano de estudios vascos. Nº 24. Buenos Aires, enero-Marzo 1956, pp.1-19.

“Historia Vasca”. Sancho III el Mayor (1904-1935). En Tierra Vasca .Nº 14, Buenos Aires, 15 de agosto 1957, p.6.

“Las expedición de Abd Al-Rahman I a tierras de los vascones y del pirineo aragonés en el año 781″. En Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos. Nº 34, Buenos Aires, julio- septiembre 1958 pp. 102-124.

“Los trabajos históricos de Aguirre”. En Alderdi Nº 168, Bilbao, Marzo 1961, pp.11-12.

“El difícil y tardío paso del fuerismo al nacionalismo”. En Alderdi. Nº 286, Bilbao, agosto-septiembre, 1973, pp.4-11.

“El decreto del año 1051 de liberación de las iglesias vizcaínas del dominio de los “Etxe-Abades. El decreto señorial de jauría. La actitud de los señores de vizcaya”. En Príncipe de Viana. Nº 140-141, 1975, pp. 447-463.

“La justicia en Euskadi durante el primer gobierno vasco”. En MUGA. Nº 60-61, Bilbao, 1986, pp.72-81.

“Las guerras Carlistas en el siglo XIX y su significación en la historia vasca”. En 150 años del Convenio de Bergara y la ley del 25-X-1839. Joseba Agirreazkuenaga, José Ramón Urquijo, edt.- Vitoria (Gastéis): Eusko Legebiltzarra – Parlamento Vasco, 1990 pp.107 – 136.

Bibliografía

SAN MIGUEL,María Luisa: Ildefonso Gurruchaga. Aprendamos nuestra historia. Edición y prólogo . San Sebastián, Editorial Saturraran, 2002.

SAN MIGUEL, María Luisa: Ildefonso Gurruchaga. Reflexiones sobre mi país. Edición y prólogo. San Sebastián, Editorial Saturraran, 2002.

SAN MIGUEL, María Luisa. “Ildefonso Gurruchaga: Un hombre para la historia”. En Ildefonso Gurruchaga. Aprendamos nuestra historia. San Sebastián, Editorial Saturraran, 2002.

SAN MIGUEL, María Luisa. “Ildefonso Gurruchaga: La aventura historica de un intelectual”. En Ildefonso Gurruchaga. Aprendamos nuestra historia. San Sebastián, Editorial Saturraran, 2002.

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