Euskal Erbesteen Kultura – La Cultura de los Exilios Vascos

Exiliados en Guatemala

By on 2018/08/16 in Editorial, Noticias


Arturo Taracena Arriola es el autor de una extensa obra, Guatemala, la República Española y el Gobierno Vasco en el exilio (1944-1954), que analiza la presencia de los exiliados republicanos en Guatemala desde 1944 a 1954, es decir, durante el periodo en el que el país centroamericano conoció sus primeros gobiernos democráticos, de la mano de Juan José Arévalo y Jacobo Árbenz.

La historia de este trabajo se inicia, según cuenta el autor, se inicia en 1997, en París, en los sótanos de la antigua sede diplomática guatemalteca donde, mientras se realizaban tareas de limpieza, aparecieron un conjunto de antiguos documentos que estuvieron a punto de acabar en la basura. Entre aquellos documentos se encontraban los libros de registros y algunos expedientes individuales de algunos republicanos que habían solicitado emigrar a Guatemala entre 1948 y 1952. Con la revolución democrática de 1944 Guatemala había iniciado un proceso similar al que Lázaro Cárdenas impulsó en México con el objeto de acoger a fugitivos y fugitivas del franquismo. El proyecto de acogida lo había elaborado el canciller en París Enrique Muñoz Meany con la aprobación del presidente democrático Arévalo; el trabajo inicial de Meany tuvo continuidad con Carlos Manuel Pellecer y Luis Cardoza. De una manera más modesta, Guatemala tomaba el relevo a México cuyas puertas se habían cerrado ya para los republicanos con la llegada al poder de Miguel Alemán Valdez.

A partir de estos materiales, Taracena aborda un estudio que él califica de “narración con una gran dosis etnográfica” ya que da voz a algunos de los protagonistas de estas historias, recogiendo algunas de sus experiencias. Son los casos del navarro Salvador Aguado Andreut y del baracaldés Isaías Rebolleda Ortiz de Zárate. Además de estos casos concretos, todo el conjunto de la obra da una gran importancia a los detalles personales y humanos si bien, como es lógico, sobre todo priman los aspectos histórico-políticos.

El título de la obra, por su parte, merece una breve explicación. Cuando el Gobierno democrático guatemalteco inició este proceso de acogida a los republicanos españoles, José Giral había creado el Gobierno Republicano en el Exilio (1945-1947), dentro del cual Manuel de Irujo y Ollo, Ministro de Industria y Comercio, en quien Giral delegó las relaciones con los guatemaltecos. Al respecto, señala Taracena, la propuesta guatemalteca entraba dentro de la marginalidad (p.20) en relación con los intereses generales del gobierno en el exilio. El autor habla asimismo de una estrategia propia del Gobierno Vasco en el exilio cuyos fines eran diplomáticos, económicos y de trabajo de inteligencia e información. “El triunfo final de la estrategia de Irujo por colocar a sus hombres en el centro de las relaciones con el gobierno guatemalteco se dio en 1951, con la designación de Antonio de Zugadi como cónsul de la República Española (…) y no solo como cónsul del Gobierno Vasco”. (p.21) En este sentido hay numerosos datos e interpretaciones ciertamente polémicos.

Lo cierto es que en los listados recogidos por Taracena encontramos a ciudadanos vascos como españoles. Por citar algunos nombres, entre los vascos destacan Jokin Zaitegi, Andima Ibiñagabeitia, Antonio Arregi Azkarate, Valentin Cuartango, Pedro Estremo Anza, Luis Palacio Olazabal, Ángel Arce Barahona… Entre los republicanos se estudia con detalle a Rafael de Buen y Lozano y Antonio Román Durán entre otros. Ideológicamente encontramos cenetistas y anarquistas, socialistas, nacionalistas vascos, comunistas… También se analizan distintas instituciones impulsadas por los republicanos como el Centro Vasco Landíbar, el Centro Republicano Español, la publicación España del citado centro, la revista Euzko Gogoa o el Ateneo García Lorca. Hay que señalar que, previamente a la llegada de los fugitivos, en Guatemala ya existía un colectivo de republicanos españoles.

Taracena califica el programa de inmigración guatemalteco como “modesto” pero “sincero” (p.115) y es que la cifra global de inmigrantes fue muy pequeña en comparación con las de otros países. El programa guatemalteco se centró sobre todo en atraer técnicos, obreros, marinos y agricultores. Respecto al origen político de su huida, señala el autor que, si bien muchos procedían del final de la guerra, otros trataban de escapar de la dura represión franquista.

Desgraciadamente el programa guatemalteco tuvo un final abrupto: en 1954, con la colaboración de la CIA, el coronel Carlos Castillo Armas se puso al mando de un supuesto Ejército de Liberación abrió un nuevo periodo dictatorial en el país centroamericano, echando por tierra muchas de las propuestas renovadoras que habían impulsado en el país los presidentes Arévalo y Árbainz. En consecuencia, muchos de los republicanos nuevamente se vieron obligados a huir a otros países.

En conjunto la aportación de Arturo Tarecena es de un gran interés, elaborada con exhaustividad y abundantes tablas y detalles, pero sin olvidar el lado humano de los protagonistas. Se trata de una historia y unos hechos muy poco conocidos entre nosotros. En este sentido el presente libro es una importante aportación a la reconstrucción de la historia de los exilios vasco y/o republicano de la guerra civil de 1936.

José Ramón Zabala Agirre

Ficha bibliográfica:
Arturo Taracena Arriola: Guatemala, la República Española y el Gobierno Vasco en el exilio (1944-1954). Mérida: Universidad Autónoma de México, El Colegio de Michoacán, A.C., 2017. 543 pp.

Juan José Arévalo, primer Presidente democrático de Guatemala (1944-1951).

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